
De todo el look nupcional, el velo es el complemento más importante de todos por lo icónico que es, y su elección necesita contar con la misma importancia que se le da al vestido de novia. Su significado y su uso a variado mucho con el tiempo; y hoy en día son muchas las novias que siguen la tendencia de optar por no entrar a la iglesia con su rostro y su cabello cubierto, una decisión personal que suele favorecer a muchas.
Más allá de la tradición y de las nuevas tendencias son muchos los factores que debemos de tomar en cuenta al momento de su elección como nuestro tipo de rostro, el tema de la boda, el peinado, el tocado y sobre todo el vestido de novia que nos va a guiar a tomar la decisión más acertada, pues hay velos que lucen mejor con un vestido que con otro. De la misma manera que hay vestidos de novia que lucen mejor en una mujer según su tipo de cuerpo.
Si eres de las novias que quiere mostrar los brazos, el pecho o el cuello, sin duda el velo blusher es el más indicado, ya que no pasa de la punta de los hombros, siendo muy fácil de retirar. Combina muy bien con un vestido de novia sin mangas tipo strapless ya sea con escote de corazón o en V. Otra opción corta es el velo largo al hombro que a diferencia del anterior llega un poco más abajo, casi a media espalda lo que lo vuelve perfecto para vestidos largos y cortos strapless.
Entrando a la clasificación de los velos largos que quedan muy bien con cualquier vestido de novia largo, están primero los de longitud media como aquellos velos que llegan al codo; muy cómodos de llevar y perfectos para bodas más formales. Siguen ahora los que llegan a la punta de los dedos, casi abajo de la cadera, siendo los más usados ya que quedan bien con todos los vestidos de novia con faldas largas. Luego, tenemos al velo tipo ballet, que llega a la altura de la rodilla.
El velo vals es aquel posee un largo que se ubica entre las pantorrillas y la punta de los dedos, luego tenemos al velo capilla un velo muy elegante que llega hasta el piso y se extiende unos centímetros formando casi una media luna. Por último tenemos al velo catedral, el más largo de todos y el más usado por las mujeres de la realeza en sus bodas como la fallecida princesa Diana de Gales o la Reina Máxima de Holanda.
Dentro de los tipos de velos de novia, hay velos que destacan no por su largo sino por su forma, como es el caso del velo francés que cubre la mitad de la cara y cuenta con un diseño caracterizado por una redecilla. Queda muy bien con un look nupcial de aspecto más conservador; luego tenemos al velo mantilla procedente de España que es un diseño sin volumen que puede ir puesto desde la coronilla de la cabeza hasta por debajo de un recogido a la altura de la nuca. Este tipo de velo es el que usó la reina Letizia de España en su boda.
Finalmente, tenemos el velo de capas o fuente que es aquel con 2 o más capas escalonadas muy típico de las novias ochenteras. Sea cual sea el tipo de velo que elijas ten en cuenta que si hay detalles del vestido que quieras destacar lo mejor sin duda es que uses velos no muy recargados, preferiblemente sin adornos o brillos para asegurarte así de lograr un equilibrio en tu look nupcial en la que la única que debe destacar eres tú.