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El otoño es una época en la que nuestra piel se muestra especialmente saludable. Es hora de recuperarse de todos los excesos del verano y comenzar a cuidarnos con mimo de nuevo.
El otoño trae consigo la recuperación de los daños que ha podido sufrir nuestra piel durante el verano. Muchas veces maltratamos la piel con la exposición solar sin darnos cuenta. Creemos que con aftersun todo está arreglado pero la realidad es bastante distinta.
También es hora de comenzar a cuidar nuestra alimentación de nuevo. Reponernos de los excesos de las vacaciones no será fácil pero todo es cuestión de volver de nuevo a la rutina de gimnasio (o en su defecto hacer cualquier tipo de deporte unos 3 días a la semana) así como cambiar nuestras comidas a una dieta más sana y sobre todo, aumentar el consumo de frutas y agua, que ayudarán desde dentro a nuestra piel.
Cuáles son los cuidados que nuestra piel necesita en otoño
El otoño es una época de temperaturas moderadas, sin los extremos del verano o del invierno, lo que permite que nuestra piel no se sienta tan agredida como ocurre en las otras dos estaciones. Aun así, no hay que olvidarnos de ella, y para superar estos meses de recuperación post-verano y preparación para el invierno, debemos tomar medidas sencillas que ayuden a nuestra piel a sentirse sana y cuidada.
- Duchas cortas
Prolongar los minutos que pasamos bajo la ducha debido al efecto relajante que éstas tienen puede perjudicar a nuestra piel, que tenderá a perder la capa protectora que la recubre y se verá más deshidratada. Duchas cortas con agua templada deben ser la norma.
- Jabón, solo para el sudor
Cuando una sartén tiene mucha grasa la frotamos con un buen estropajo y jabón para eliminarla, ¿verdad?. Nuestra piel también posee grasa, pero la cantidad necesaria para su normal funcionamiento, si la agredimos diariamente con jabón y frotamos intensamente, también perderá su grasa protectora y comenzará a estropearse, deshidratándose y apareciendo eccemas más o menos extensos. Deja el jabón solo para las zonas donde más se suda (axilas y zonas íntimas, y tampoco abuses demasiado ya que la piel de estas zonas también se pueden resentir).
También puedes optar por jabones neutros que sean totalmente respetuosos con la barrera cutánea.
- Crema hidratante tras cada ducha
Parte de la grasa natural puede perderse con la ducha aunque no sea muy intensa, por tanto, para reponerla, aplicar crema hidratante cuando aún estamos húmedos es muy conveniente.
4. Antioxidantes por dentro y por fuera
La vitamina C es el antioxidante más extendido. En forma de ampollas para la piel facial, ayudando a dar luminosidad y actuar en profundidad sobre las células combatiendo el proceso oxidativo, pero también a través de frutas, verduras y zumos naturales, que desde el interior también proporcionan a la piel efectos beneficiosos. Cada mañana, ampolla de vitamina C en la piel de la cara y un buen zumo de naranja para comenzar el día.
- Fotoprotección sí o sí
Aunque haya disminuido el índice UVA, el sol sigue llegando a la superficie de la Tierra y alcanza nuestra piel contribuyendo a dañarla. Aplicar diariamente fotoprotector sea la época del año que sea en las zonas expuestas, ayudará a mantener la piel joven y sin manchas. ¿Nuestra recomendación? Elegir una crema hidratante diaria antiarrugas que ya contenga factor de protección solar, así tendrás todo el cuidado que necesitas en un solo paso y no se te olvidará nunca protegerte del sol.
- Tratamientos despigmentantes
El tiempo de sol y su intensidad comienzan a disminuir, por tanto si estas planteándote eliminar las posibles manchas que existan sobre tu piel, es el momento idóneo, hay muchos meses por delante para realizar procedimientos estéticos sin peligro.