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Las bodas de entretiempo son románticas y especiales.
No hace ni excesivo frío ni demasiado calor, pero una boda de entretiempo plantea varias incógnitas para las invitadas en lo que a vestido se refiere, ¿me acerco más al verano o al invierno? ¿Tirantes o manga larga? ¿Sandalias? ¿Está ya permitido el terciopelo? ¿Si voy de rosa chicle será demasiada intensidad de color para una boda de otoño?
Inevitablemente, las respuestas en estos casos son de lo más subjetivas, por eso en las bodas de estas fechas, el estilo de invitados suele oscilar entre las que se anticipan y estrenan temporada y las que se resisten a abandonar el look veraniego. Ante la duda, aquí van algunas claves:
Apúntate a esa tendencia que se te ha resistido en verano. Te has pasado toda la temporada indecisa, sin ver el momento de subirte al carro de esa tendencia que te encanta pero no sabías cómo ni cuándo. El slip dress o vestido lencero será tu mejor apuesta. Ahora la ocasión para lucirlas es perfecta. Sin miedo.
Los colores del otoño (de este otoño) son, como suele ser habitual, el color caldera, el verde botella y el inmortal negro. Pero también el amarillo y el rosa chicle. El color puede ser la mejor opción a la hora de desmarcarse con tu look de perfecta invitada de otoño.
Ni frío, ni calor. Aprovecha estas condiciones climatológicas para elegir el tejido que más te favorezca: el terciopelo, la organza de seda y el satén serán todos ellos igual de acertados. Eso sí, destierra las pieles o los demasiados veraniegos.
Nada de medias y mejor si apuestas por un zapato semicerrado. Los destalonados hacen furor esta temporada. Combinan con todo y les sacarás todo el partido.
Mejor pecar por defecto que por exceso. Así que si después de todo te encuentras totalmente perdida, decídete por colores seguros como el burdeos y echa el resto en los accesorios.