En una sociedad cada vez más digitalizada, algo tan básico como ‘tener una letra bonita’ o ‘escribir bonito’, se ha convertido en todo un arte; una disciplina que (re) aprendemos con una visión más artística que practica.
Los cuadernillos Rubio han dado paso a cuidadísimos cursos especializados en caligrafía y lettering, y a profesionales que se dedican a escribir con gracia desde los sobres de las invitaciones, el nombre de los invitados, el libro de firmas a un sinfín de ideas varias.