Seguramente, ya tienes en mente algunos modelos que has visto en revistas, webs o tiendas especializadas.
Sin embargo, ¿son realmente apropiados para ti? Eso dependerá del tipo de figura que tengas, ya que existe un estilo de vestido adecuado para cada tipología de cuerpo. Lo ideal es que apuestes por un vestido que realce tus puntos fuertes y deje fuera de combate los débiles. Veamos el vestido perfecto en cada caso.
1. Reloj de arena. Si las proporciones entre las caderas y los hombros son iguales o equilibradas, el vestido ideal para destacar las curvas es el de corte sirena.
2. Triángulo. Si tienes las caderas anchas y poco busto, lo mejor es buscar el equilibro añadiendo más volumen a los hombros y disimulando el de las caderas. En este caso, resulta una buena opción escoger vestidos con detalles llamativos en el busto y un corte de falda tipo A.
3. Triángulo invertido. Si tus caderas son estrechas y tienes los hombros más anchos, debes tratar de potenciar el busto ensanchándolo visualmente. Para ello, son ideales los vestidos con escotes tipo V y detalles, drapeados o bordados en la parte inferior para llamar la atención.
4. Cuadrada. Si tus hombros y caderas son del mismo ancho y tienes la cintura poco definida, debes realzar la cintura con detalles para crear curvas. Lo aconsejable es evitar los cortes rectos y las telas muy delgadas y con caída como la seda.
5. Ovalada. Si tu figura es ovalada, el vestido idóneo es el de corte princesa. Los corsés y los cortes en forma de A también resultan adecuados, ya que estilizan la figura. Has de evitar las capas de tela, ya que dan demasiado volumen.
6. Delgada. En cambio, si eres muy delgada, sin busto y pocas curvas, puedes apostar por adornos y capas de tela en las zonas que quieras destacar, con escote tipo corazón para realzar el busto. Por otro lado, los drapeados harán que tus caderas luzcan más.