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Como invitada a una boda, hay veces que ya desde el primer momento sabes qué te vas a poner, pero hay otras que la inspiración brilla por su ausencia y no sabes qué ponerte o no estás muy segura de si lo que has pensado es adecuado o no.
Para las indecisas, vamos a dejar unas pautas a seguir:
Las características de la boda, así como la hora de la misma serán las que marquen las pautas para la elección correcta de la vestimenta.
Comodidad y naturalidad ante todo
Lo más importante a la hora de elegir el estilismo para una boda o cualquier otro tipo de evento que requiera de cierta etiqueta, es vestir de manera cómoda, entendiendo la comodidad como la elección de un estilismo que, dentro de la etiqueta marcada por el evento, sea fiel a nuestro estilo diario, se trata de vestir de manera adecuada, no de ir disfrazada. Al fin y al cabo, la comodidad constituye una cualidad imprescindible de la elegancia.
Eso sí, para según qué actos es conveniente tener en cuenta el protocolo para invitadas, no solo para asegurarnos que no vamos a fallar, sino por mostrar respeto y consideración hacia los anfitriones: no sería respetuoso acudir en vaqueros a una boda o con un vestido de noche a una comida familiar de domingo, por ejemplo.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es si la boda a la que nos invitan es de día o de noche ya que es fundamental para determinar el tipo de estilismo a escoger.
Bodas de día
Si la boda es de mañana, incluso si se extiende hasta la media tarde, el protocolo nos dice que lo más adecuado es el traje corto.
El traje corto admite varias opciones: un traje chaqueta de falda y blazer o pantalón recto con blazer, otra opción es la de llevar un vestido que puede combinarse con una chaqueta, un abrigo y mantón o chal, en función de la época del año. En el caso del mantón y el chal, optaremos por ellos siempre y cuando el vestido sea escotado y de largo a la rodilla. Con los complementos adecuados, el mono se acepta como prenda para bodas de mañana o de noche.
La vestimenta para una boda de día, admite colorido en las prendas, así como combinaciones de tono entre piezas, teniendo en cuenta que los escotes deben ser discretos y la espalda debe ir cubierta.
En las bodas de mañana se puede llevar sombrero, tocado o pamela, pero hay que tener en cuenta que lo que escojan deben llevarlo durante toda la boda, incluido el banquete. Así, que si no van a estar muy seguras de ir cómodas, es preferible no llevar nada o escoger algo pequeño. En cuanto al calzado, los zapatos deben ser siempre cerrados o destalonados y con tacón de una altura media, aunque se admite calzado plano.
Como complementos, se aconseja llevar joyas o bisutería de calidad, que dan más o menos formalismo al estilismo, aunque primando la moderación en su uso. En cuanto al bolso, será pequeño o mediano y puede ser de materiales diversos, pero sin pedrería ni lentejuelas.
Si la boda es de noche, se puede llevar un traje de cóctel o un vestido largo. Siempre es más aconsejable optar por el traje de cóctel, ya que el vestido largo está reservado a la novia, la madrina y las damas de honor, si las hay. Para llevar vestido largo habría que consultarle a la novia, aunque hoy en día ya no hay inconveniente, siempre que sea largo hasta los pies. Se admiten incrustaciones en pedrería o lentejuelas, incluso en los complementos como el bolso, que será de mano.
El vestido de noche admite escote, tirantes y espaldas descubiertas, ten en cuenta que si hay ceremonia religiosa deberás cubrirte con un chal. El zapato en esta ocasión, será de tacón fino alto, sandalias o mules. Por la noche, las joyas se admiten más vistosas, aunque siempre con mesura.
La opción más recomendable para una boda de noche sería, por tanto, el traje de cóctel, que puede llevarse incluso de día en eventos muy informales y siempre que lo marque la etiqueta.
El traje de cóctel se compone de blazer y falda o vestido con abrigo y el largo máximo de este tipo de traje es entre la rodilla y el tobillo. El abrigo está en desuso para las bodas de noche.
Este tipo de traje admite sombrero pequeño, aunque mejor si optamos por un tocado, el zapato será de tacón medio o alto, bolso pequeño y joyas o alta bisutería.
Estas serían las pautas básicas a tener en cuenta a la hora de escoger el look para una invitada de boda, siguiendo estas recomendaciones y poniendo en práctica la naturalidad y el sentido común a la hora de vestir, seguro que consiguen deslumbrar como invitadas a la próxima boda que vayan.