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Comprende la generación posterior a la generación X y los baby booms; o sea, todas las personas que nacieron entre los 80 y los 00, y en cuyo grupo se encuentran la gran mayoría de parejas que pasarán por el altar en los próximos años: teniendo en cuenta que ya nos encontramos en plena generación Z, se puede decir que todos los millenials ya han nacido, y que para 2020 la edad media de la generación será de 30 años.
Las millenial brides guardan pocos puntos en común con las novias de la generación anterior: hoy en día nos casamos menos y más tarde. Además, muchos millenials son nativos digitales, que crecieron rodeados de dispositivos, están hiperconectados, y lo que es más importante, son la primera generación que dispone de acceso infinito a la información que ofrece Internet a la hora de organizar sus bodas.
Según el estudio diseñado para la Barcelona Bridal Week, muchas de las parejas de esta generación tienden a posponer su boda (la edad media para casarse en España está en torno a los 34 años), disponen de más dinero y menos tiempo, y sobre todo quieren bodas y experencias hechas a medida. Los millenials también analizan al milímetro cada detalle de su boda, y buscan inspiración en las redes sociales, y muy especialmente entre las blogueras y celebs.
Otro ‘síntoma’ de que nos encontramos ante una millenial couple es que la pareja busca aprovecharse al máximo del escenario low-cost, no sólo en los vuelos de la luna de miel o al organizar una destination wedding, sino en el resto de aspectos de la boda, ya que son ellos mismos quienes dominan su presupuesto a diferencia de generaciones anteriores, cuando eran los padres quienes invertían un buen pellizco en la cuantía total de la boda. En todos los aspectos, eso sí, menos en uno: según el estudio, es precisamente en la compra del vestido donde parece que las novias siguen disfrutando de la experiencia total.
Lo que sí ha cambiado son las expectativas: casi todas las novias esperan poder hacer compras online relacionadas con la boda, y no se contentan sólo con la tienda física, sino que su shopping journey incluye toda suerte de opciones digitales, sociales y móviles.