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Si preguntásemos por la calle cuándo le gustaría casarse a la gente, la mayoría dirían en verano.
La principal razón por la que eligen el verano es asegurarse que hará buen tiempo, el sol brillará desde horas tempranas del día. Pero a esta, podemos añadirles otras muchas, como que el sol también nos acompañe en la luna de miel.
Por todo ello queremos darles una serie de consejos que consideramos importantes para celebrar una boda en verano.
Para las bodas estivales recomendamos la tarde-noche, elegir esta franja horaria evita las horas más calurosas del día.
Provee a tus invitados de cestas llenas de toallitas frescas, botellas de aguas, abanicos o pay-pays. Los invitados lo agradecerán.
En la copa de bienvenida a la celebración pon una mesa con limonada fresquita, será un rincón muy original y de lo más chic, al que todos acudirán. También es una gran opción que incluyan como aperitivo unos vasitos de gazpacho o bebidas fresquitas, helados, fruta, granizados…
Para el menú también es importante elegir algo ligero, platos de temporada y refrescantes. Ya sabes que con el calor la digestión se vuelve más pesada…
No debes olvidar habilitar zonas para resguardarse del sol, carpas, telas vaporosas colgando para dar sombra sobre un rincón chill-out, o utilizar los propios árboles para ello o pérgolas.
Y por último, elegir un traje con el que te sientas muuuuy a gusto, que sea de tejidos ligeros… al final de la jornada, no te arrepentirás.